RECICLA, TRANSFORMA, CREA, HAZLO TU MISMA (DIY)

miércoles, 17 de diciembre de 2014

MI PRIMER CESTO DE TRAPILLO


No es por nada, pero, para ser mi primer cesto de trapillo, me ha quedado bastante potable. No sabía yo que esto del ganchillo fuera tan adictivo, y ya no te digo lo del trapillo, sobre todo para personas como yo, impacientes por terminar cuanto antes las labores que tienen entre manos. Te pones y en un pis pas, lo tienes hecho. Para rematar el cesto, que, sinceramente, improvisé sobre la marcha, le cosí esta flor, que era de un gorro de mis hijas.

COLLAR DE FLORES DE TELA Y BOTONES


Hace años aprendí a hacer flores de tela y botones con mi amiga Tini. Como no tenía dónde ni a quién colocárselas, las guardé en una cajita. Y hace unos días, descubrí en un escaparate, cómo podía utilizarlas: para hacer un collar chulísimo, montado sobre un trozo de fieltro y rematado con una cadena.

FLOR CON RESTOS DE VAQUEROS



Me encanta como me ha quedado esta flor vaquera Aún no la he podido estrenar, porque más que una flor, me ha salido una coliflor, de lo grande que es.

 Si te animas a hacerla, hay varios tutoriales en youtube que lo explican.  Sólo tienes que recortar pétalos redondos de tres tamaños diferentes aprovechando restos de  pantalones vaqueros. Los mejores son los que tienen elastina en su composición. Forma primero el centro de la flor (una tira larga de un centímetro de ancho, enrollada sobre sí misma), y después ve pegando con cola de calor los diferentes pétalos, empezando por los más pequeños y terminando por los grandes. Para darle movimiento y volumen a la flor, haz un pequeño pliegue con los dedos en el centro de cada  pétalo al colocarlo,  antes de que el pegamento se enfríe. Cuando la tengas terminada, pega un trozo redondo de tela vaquera en la parte trasera de la flor y, coloca sobre éste un imperdible para broches.

OTRO COLLAR ÉTNICO CON CÁPSULAS DE NESSPRESSO




Un collar en "Misako" de 9,95 €, bastante soso, me sugirió la idea de hacer este otro de estilo étnico. El colorido lo aportan las cápsulas de Nespresso, utilizadas como os comentaba en una entrada anterior: se les quita el fondo y el borde, se corta por la mitad la tira resultante, y se le da forma de rectángulo a cada una de ellas. Con las piezas resultantes se forran los tubitos,  combinando los colores como prefieras. ¿A que no hay ni color entre uno y otro? Pues, todavía me falta enseñaros otro más, que ha también ha quedado chulísimo.