Poco a poco voy recuperando para el blog algunas de las manualidades que he ido haciendo. Estos son los cuelgapendientes que hice para una de mis hijas, que, como podéis comprobar, tiene muchísimos y bastante exagerados. Están hechos con tableros de corcho, de los que venden en cualquier papelería o en los chinos, a los que les he pegado con chinchetas una malla o red de plástico, en las que se pueden enganchar los pendientes o los broches. Como la malla era de color verde, pinté los corchos y utilicé chinchetas del mismo color, pero he hecho otros en blanco.
Como mi hija es superordenada, sus cuelgapendientes son todo un espectáculo.
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