Lo prometido es deuda. Aquí tenéis los cojines que hice con los sellos de gomaeva que os enseñé en una entrada anterior. Son un homenaje a mi abuela Marie, que, como he comentado en alguna ocasión, llenaba todo de flores, y las utilizaba no sólo como adorno y base de toda la artesanía que creaba, sino también como recurso para tapar el desconchado de una pared o un agujero en la falda de una mesa camilla.
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