Los cojines de exterior se estropean con mirarlos. El sol se "come" los colores, y te obliga a reponerlos con bastante frecuencia....Era una de mis tareas pendientes para este verano y, el otro día, en un arrebato, me hice cuatro. La tela es del mercadillo. Era un retal de florecitas de casi tres metros que me costó la "astronómica" cantidad de tres euros...Así no hay excusas para cambiar las fundas de los almohadones...
Los hago sin cremallera, como los de Ikea, y sin siquiera hilvanarlos.
Sólo hay que cortar un rectáculo de tela lo suficientemente largo como para envolver el cojín y, a esa medida , sumarle unos veinte centímetros más o menos, para que, al cruzar y coser los dos extremos de la tela formando un sobre, quede una abertura lo suficientemente grande para meter el relleno.
Cuando ya has cortado la tela, cose el dobladillo de los extremos; dobla la tela adaptándola a la medida del cojín, dejando el derecho por el interior, sujétala con alfileres para que no se mueva, y cose y sobrehila los laterales.
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