Una de las cosas que he aprendido a hacer este invierno son flores como las de la foto, hechas con tela de forro y mostacillas. Son ideales para adornar cualquier vestido e incluso para colocar sobre cestas veraniegas. Las aprendí de Tini y, desde entonces, no he parado de hacerlas de todos los tamaños y colores con cuantos retales he encontrado por casa. Los más idóneos son los de forro con algo de fibra, o las gasas. El procedimiento es muy sencillo: recortar círculos de tres tamaños diferentes, quemar los bordes al calor de una vela, e ir formando la flor empezando por los pétalos más pequeños y terminando por los grandes. Unas mostacillas de un sólo color o multicolores, colocadas en el centro de la flor a modo de semillas, les da el toque definitivo. Para que el remate sea de los más "profesional" y no se vean las puntadas he cosido uno de los pétalos a la parte de atrás de la flor, y sobre ese círculo, un "pegado" un imperdible.
Hola soy Maite de las cositasdemailur.blogspot.com buscando cositas en la web te he encontrado y me ha gustado mucho lo que he visto, me quedo. Besos
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