Y ya que estamos trabajando la piel, os enseño el colgante que me acabo de hacer. La realización es también muy fácil. Hazte con una alfombrilla de las que se usan para trabajar el pachtwork,y un cutter redondo. Corta dos rectángulos de 12 centímetros de ancho y 10 de alto y, con ayuda de una regla haz múltiples cortes paralelos a unos cincuenta milímetros de distancia, de arriba a abajo, pero llegando hasta el final sólo en uno de los extremos. Pega y enrolla el pompom sobre sí mismo, teniendo la precaución de pegar en el centro una tirita de piel que nos servirá para poder colgarlo después. Una vez hechos los pompones, lo demás es cuestión de reciclaje y/o imaginación. Yo he utilizado piezas de otros collares y una cinta de cuero negro
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