Para las amantes de la costura es estupendo disponer de un costurero fácil de transportar, en el que quepa lo básico: el alfiletero, las agujas, el dedal, una tijeras y unos cuantos hilos. Y este de la foto reúne todas esas condiciones.
Es muy fácil de hacer. Elige dos tipos de tela que combinen entre sí, como, por ejemplo una tela de flores y otra lisa, como en el modelo de la foto. Recorta dos circunferencias de cada tela en dos tamaños distintos: una de 28 centímetros de radio y otra de 20, dejando un margen de costura de un centímetro. Encara por el derecho cada círculo de tela lisa con otro de flores, y cóselos, dejando una pequeña abertura para poder darle la vuelta. Plánchalas antes y después de darle la vuelta, para que se asienten las costuras.
Cuando hayas terminado las dos circunferencias, coloca la más pequeña sobre la más grande encarando las telas iguales, esto es, la lisa con la lisa o la estampada con la estampada, según la combinación que tu prefieras. Céntralas bien. Dibuja desde el centro y con ayuda del carboncillo una circunferencia de 14 centímetros de diámetro y cósela a máquina.
Coge el patrón de la circunferencia pequeña y dóblalo por la mitad cuatro veces hasta obtener una porción equivalente a la decimo sexta parte de la circunferencia. Traslada el patrón obtenido al cartón, y traza con su ayuda los radios de la circunferencia, colocando el vértice del patrón en el centro. Cose los radios hasta llegar al filo de la circunferencia más pequeña y se habrán formado los distintos compartimentos del costurero, en los que guardar hilos, cremalleras y demás.
Para meter la cinta que luego nos permitirá cerrar el costurero y transportarlo, cose un pespunte a tres centímetros del borde de la circunferencia más grande y otro, a un centímetro de distancia del anterior. Haz dos ojales en dos puntos equidistantes e introduce por las costuras la cinta elegida. Y ya tienes el costurero.
Hay quien cose en el centro un alfiletero redondo, pero yo he preferido hacer uno con un cuadrado de tela lisa, adornado con una moña de la tela de flores y un botón. En otro artículo os intentaré explicar cómo hacer la funda para las tijeras.
El guarda-agujas, sin embargo, es también muy fácil: sólo tienes que recortar tres flores de fieltro: dos de color y otra blanca. Cose a una de las de color un círculo de fieltro blanco relleno con un poquito de mirahuano, y une después las flores, dejando la blanca en medio, para clavar en ella las agujas y tenerlas localizadas en un estuche bien coqueto.
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