Los espejitos que llevan muchas polveras o estuches de maquillaje resultan estupendos para adornar cualquier cajita que tengáis por casa.
El truco está en despegar el espejo con la ayuda de un destornillador de punta fina o un cuter. Introduce la punta de la herramienta elegida en uno de los bordes, con cuidado de no dañar el espejo, e intenta despegarlo poco a poco haciendo palanca.
Después sólo tenéis que dejar volar vuestra imaginación y utilizarlos para decorar cajas, mesas, espejos, con ayuda de la pistola de pegamento de calor.
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