Estas cajas de vino recicladas las utiliza mi hija para guardar sus cosas. La virtud que tienen es que están pintadas a mano por una artista,mi madre, y que, cuando lo hizo, rondaba ya los 82 años. En una ha pintado las mismas amapolas y espigas que mi abuela bordaba en sus mantelerías, y en la otra, otro tipo de flores. Ahora entendereis que mi "obsesión" por las flores viene de familia.
En este caso, el trabajo "duro" lo hice yo: lijé las cajas y las pinté de blanco por dentro y por fuera. Y después apliqué un barniz en spray para proteger las pinturas de los roces.
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